El dia de ayer me encontraba un poco triste ya que las cosas no habian salido como a mi me hubiese gustado, al final del dia te dije mi niña:
- Ya es hora de dormir
Y me respondiste con tu carita mas tierna y dulce:
- Mama: me pones mi pijama?
En ese momento mi tristeza se convirtio en alegria autentica en una alegria que me enviaste tu mi Señor, a travez de la dulzura de mi hija, por que me senti la mujer mas feliz ya que tenia que cumplir esa peticion tan importante para ti Mi Amor. Asi que una vez que tenias puesta tu pijama, me dormi a tu lado con la seguridad y confianza de que habia cumplido la mision de ese dia.
Gracias mi Señor, gracias mamita Maria, gracias papa Dios, por estar siempre presente en nuestras vidas!
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